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Construyendo tu camino con seguridad

Conocé la carrera ideal para vos, siguiendo tres pasos sencillos

“No sé qué hacer, y no tengo ni idea de qué estudiar.”

Esta es una de las frases más comunes que hemos escuchado en las personas que se deciden a hacer nuestro Programa de (Re) Definición de Carrera, un viaje de descubrimiento para reconocer y seguir la verdadera vocación que cada uno de nosotros tenemos.

La hemos oído en muchachos y muchachas que van a ingresar a la universidad por primera vez, y se sienten angustiadamente perdidos. También en profesionales que han tenido un trabajo por algunos años, incluso sus propias empresas, y sienten que ha llegado la hora de cambiar, su agotamiento es enorme, y tal vez es momento de seguir un sueño que han estado amasando por bastante tiempo…

No tener certeza de lo que queremos hacer por el resto de nuestra vida, por múltiples factores, como la presión social, de los padres o de la familia, etc., pone un enorme peso sobre las personas, puede ser algo muy abrumante. Nosotros mismos lo hemos sentido. Las dudas son normales, pero pocas veces hablamos de ellas para no parecer los “bichos raros.”

También está la presión por escoger una carrera buena (entiéndase como algo en lo que ganen mucho dinero), aunque no sea algo que de verdad nos llame. Por cierto, eso es justamente lo que significa la palabra “vocación”: es el llamado que una persona siente en su interior para dedicarse a una determinada forma de vida o un determinado trabajo.

En este artículo te vamos a contar lo que podés hacer para encontrar tu vocación, convertirla en un trabajo, y alcanzar los sueños que has tenido y que de pronto ya pensabas que no iban a pasar de simples ilusiones. Y todo en un proceso que tiene tres partes muy claras.

1a Parte: ¡Admirate!

El primer paso consiste en hacer algo que, por lo general, estamos más dispuestos a hacer con los demás que con nosotros mismos: ¡Admirarnos! No obstante, para encontrar tu verdadera vocación, tenés que estar dispuesto a admirarte. ¡Este es el momento para descubrir y admirar, sobre todo, quienes realmente somos!

Somos seres capaces de muchas cosas maravillosas, y tenemos talentos excepcionales, rasgos personales únicos y súper positivos, y cada uno de nosotros tenemos propósitos claros en cuanto a lo que queremos alcanzar en la vida; de pronto desde que éramos muy niños los habíamos manifestado, y se fueron apagando entre los enredos de mundo, sobre todo cuando entramos a la escuela y nos vimos forzados a “ser normales”.

Hemos visto esas publicaciones en redes sociales que nos ponen a pensar sobre si la escuela y el colegio nos forman o nos “deforman”. Y no es para menos: con seguridad conocemos la situación de los niños y niñas que van a sus primeros días de escuela con mucha ilusión, y conforme crecen la ilusión fácilmente se convierte en odio. ¿Qué es lo que pasa, que la educación no emociona y más bien frustra? ¿Será que nos aleja de la esencia de lo que realmente somos, y de lo que en realidad queremos alcanzar en la vida?

En primer lugar, descubrí y reconocé cuáles son tus grandes talentos, las capacidades enormes que tenés y que te encantan. Básicamente, tenés que responder la pregunta: “¿en qué actividad soy bueno?”. No menospreciés tus talentos, ni pensés en lo que otras personas dirían al respecto. Este momento es para vos exclusivamente, y no hay talento que no valga la pena.

¿Sos bueno para hablar con la gente? ¿Para organizar o decorar un espacio? ¿Para atender animalitos? ¿Para estudiar e investigar? ¡Excelente! El mundo necesita todas esas capacidades.

Después de eso, tenés que hacer algo similar a lo anterior, para resaltar las características más importantes de tu personalidad. Sacá un ratito y admirá los rasgos positivos de tu comportamiento. ¿Sos creativo? ¿Sos ordenado? ¿Te indignan las injusticias? ¿Sos súper activo y te encanta pasear y conocer lugares nuevos?

Puede ser que pensés que tus rasgos personales no son importantes. En este momento te decimos que eso no es así.

¡Tu personalidad es única, y muy valiosa!

Antes de exponerte la última sección de esta primera parte, una pequeña observación. A veces las personas se confunden un poco al buscar sus talentos y los rasgos de la personalidad. Tené en cuenta que los talentos son cosas que podés hacer, y la personalidad son características de cómo sos.

Ahora sí: la última sección. Pensá en los propósitos que estás buscando alcanzar en tu vida, con relación a la vida laboral que querés en el futuro. Los propósitos, esos objetivos que se pretende alcanzar, siempre tienen que ver con la manera en que vos vas a ayudar a los demás. No se trata de lo que vas a hacer, sino porqué lo vas a hacer. Y desde luego, tus propósitos van a estar alineados con tus talentos y tu personalidad.

2a Parte: ¡Soñá!

Al finalizar la primera parte es posible que te sintás muy aliviado, y feliz. ¡Una parte del problema ya se resolvió, y eso es motivo de celebración! No obstante, y lo hemos visto con las personas que hacen el programa, al ratito se ponen un poco serias, y viene la siguiente pregunta: “Y ahora, ¿qué hago con eso que descubrí?”

Sin dejar de tener en cuenta lo que definiste en la primera parte, se vale empezar a soñar. Para hacerlo, también hay algunas preguntas que responder, en el orden que las vamos a ver:

¿Qué querés tener?

Esta pregunta no va en el sentido de los objetos materiales con los que soñás, sino con el producto final de tus esfuerzos. También podríamos pensar en lo que querés obtener con tu trabajo, qué te haría enormemente feliz y te motivaría a seguir sin parar. Cerrá tus ojos e imaginá en lo que gustaría obtener una y otra vez.

“Me encantaría tener personas más felices y calmadas.” “Me encantaría tener clientes satisfechos por la calidad y sabor de mis pasteles.” “Me encartaría crear prendas de diseño que marquen una tendencia en todo el mundo.” Estos son algunos de los productos finales que han formulado las personas que han hecho el programa. ¿Cuáles son los tuyos?

¿Qué vas a hacer para obtenerlo?

Ya sabés lo que querés obtener como fruto de tus esfuerzos. Ahora toca imaginar que ya estás haciendo ese trabajo día a día, y las acciones, los procedimientos que llevás a cabo para obtener esos productos finales. Hace una lista con todas esas acciones que podés visualizar, no tiene que estar en orden.

Puede incluir cosas como “tener reuniones con mis clientes, para saber exactamente cuáles son sus necesidades”, o “llamarlos la semana después de su cita para saber cómo están”, o “visitar convenciones especializadas al menos dos veces al año para estar actualizado con las últimas tendencias.” Cualquier cosa que refuerce tus capacidades para obtener tus productos finales valiosos.

Entonces, ¿qué vas a ser?

Esta es la pregunta que pone la cereza en el pastel. Muchas veces, al escoger carrera, empezamos pensando en esta pregunta, cuando en realidad, como podés ver, es la última que debemos contestar.

Los productos que soñás con obtener, que tienen que ver con cómo vas a ayudar a un montón de gente, y las acciones que vas a realizar para obtener esos productos, son los que definen lo que vas a ser, y en consecuencia, los estudios que debés seguir para alcanzar el conocimiento necesario para conseguir tus objetivos.

3a Parte: ¡Planeá!

En este momento, estás listo para pensar el todo lo que tenés que hacer en el mundo real, a partir de este instante, para convertir en realidad tus sueños. Ahora tenés que hacer una lista con las acciones que debés iniciar inmediatamente para poder estudiar y seguir esa carrera que por fin descubriste.

Esas acciones sí hay que ponerla en una secuencia correcta (no podés obtener la licencia de piloto sin antes haberte inscrito en la escuela para pilotos, por ejemplo), y ojalá con una fecha límite de ejecución. La lista puede ser tan específica como vos querás, y podría verse más o menos así:

  1. Hablar con mis padres y comunicarles mi decisión de ser chef. Fecha límite: 01 de marzo 2022
  2. Investigar acerca de 10 escuelas de alta cocina en mi país. Fecha límite: 15 de marzo 2022
  3. Escoger las 3 escuelas que más se ajusten a mis expectativas. Fecha límite: 20 de marzo 2022
  4. Comunicarme con esas 3 escuelas y obtener toda la información necesaria (plan de estudios, costos, etc.). Fecha límite: 01 de abril 2022
  5. Escoger la opción adecuada e iniciar proceso de matrícula. Fecha límite: 08 de abril 2022

Pensá en acciones a las que, cuando ya las hayás cumplido, les podás poner un “check”. Durante este proceso puede pasar que el proyecto parezca que empieza a salirse de la página, y es toda una motivación pensar en que eso, que en un momento era un sueño inalcanzable, comienza a sentirse al alcance.

Es necesario reforzar, eso sí, que cualquier serie de acciones en la que pensemos, se debe poner en marcha en el mundo real, y nos toca a nosotros, y a nadie más, hacerlo.

La Humanidad necesita toda una serie de profesiones, de los campos más variados. En nuestra vida en sociedad es tan necesario el doctor, como el arquitecto, como el artista que plasma nuevas realidades en sus artes, y eleva la estética de toda esa sociedad. Todas las profesiones necesitan personas con verdadera vocación, que las practiquen al 100% y las lleven a nuevos estándares.

De hecho, la idea de escoger una “buena carrera” para asegurar la vida está más fundamentada en la idea de ganar «dinero seguro», y escudarse en más en la reputación que tiene cierta carrera que en la verdadera capacidad de cada uno de nosotros.

Lo cierto del caso es que, en cualquier carrera, las personas realmente exitosas, que destacan, son incansables, trabajan durísimo, y siempre buscan llegar más allá del 100%. Su verdadero motor es la pasión que les caracteriza, y su fe absoluta en lo que hacen. Su convencimiento es tan grande que terminan contagiando a los demás.

El dinero nunca es su prioridad. Existe en ellos además un profundo deseo de ayudar y hacer que las cosas sean mejor para las personas que les rodean, gracias a las soluciones que desarrollan.

Este artículo se nos hizo un poco largo, pero de verdad te dimos un panorama completo de lo que podés hacer si estás teniendo dificultades para definir qué vas a estudiar.

Si sentís incertidumbre o angustia, puede ser por la presión por estudiar algo que sea realmente aceptado, pero que no se alinea con nuestros verdaderos deseos. Cuando una persona tiene certeza de lo que quiere estudiar, no hay incertidumbre, y no hay nada que detenga su pasión.

Y si necesitás un poco de ayuda para seguir los pasos que describimos más arriba, podés contar con nosotros y nuestro Programa de (Re) Definición de Carrera. Solo tenés que mandarnos un mensaje, para ayudar a iniciar tu propio viaje de descubrimiento.

Las ganancias de establecer tus bases para brillar

Nuestro Programa de (Re)Definición de Carrera, que en inglés se llama «Foundations of Brilliance«, no es exclusivo para estudiantes que está por empezar sus estudios universitarios. Las ganancias que experimentan las personas de todo el mundo, con los trasfondos más variados, nos confirman que más que una simple asesoría para escoger carrera, es un viaje de auto-descubrimiento, que te puede cambiar la vida.

Recientemente, uno de los consultores más experimentados entregando el programa, Klaus «Bello» Bellmann, nos contó acerca de su experiencia con una persona de Noruega que se dedica a asesorar empresas pequeñas y medianas, y cómo el programa aclaró muchísimas cosas para ella, de manera que su trabajo adquirió una nueva dimensión.

Los éxitos de cualquier persona que hace el programa nos emocionan muchísimo, los sentimos como propios, y hoy queremos compartir un pequeño extracto con ustedes.

No podía alinear mis propias metas y propósitos

«Por muchos años intenté diferentes maneras de usar herramientas administrativas y de estrategia en mi vida. La decisión sobre mis metas y propósitos siempre fue un punto de preocupación, dado que sin importar lo que estuviera escribiendo, no me sentía completamente satisfecha, y me encontraba con el problema de no poder alinear todos estos aspectos.

Como todos mis clientes son gerentes generales de empresas pequeñas y medianas, nunca pensé que yo misma debiera entrenarme en esto, porque obviamente ellos deben saber lo que quieren y cuál es su «llamado» en la vida.

No obstante, hace algunas semanas me encontré con una persona que había sido gerente en Oslo por muchos años, y me dijo que había tenido éxito y no necesitaba ayuda con sus capacidades de liderazgo, pero que si había algo en lo que sí necesitaba una mano era para encontrar su pasión y su vocación en la vida.

Me di cuenta que aún con el conocimiento y entrenamiento que ya tenía en temas administrativos y de estrategia, no podía ayudarle con eso. Me hacía falta una parte vital de entrenamiento. Entonces, una amiga me recomendó conocer más acerca de «Foundations of Brilliance».

Después de recibir el programa durante tres días, me di cuenta que escribir un plan estratégico, con metas y propósitos claros y con cada acción alineada para conseguir los objetivos, se había convertido en algo muy sencillo para mí. A la mañana siguiente, al despertar, ya no tenía más dudas acerca de la formulación de objetivos realizables en mis programas, y todo discurrió suavemente.

Tengo más energía, menos «arreglármelas» y Q&A con respecto a mis decisiones y acciones.

Me convertí en una persona más creativa y puedo encontrar otras maneras de manejar una situación que me había molestado por mucho tiempo, y era parte de lo que me tenía atorada en la ejecución de mi propia estrategia.

¡Este programa es brillante, y definitivamente lo recomiendo!

Desde ahora estoy deseosa de ayudar a muchísimas personas con esta tecnología tan simple pero poderosa.»

Todos tenemos grandes capacidades, especie de super-poderes, que al reconocerlos y mezclarlos con lo más positivo de nuestra personalidad y los propósitos que decidimos establecer para el futuro, pueden ponernos en el camino que de pronto habíamos buscado por años.

Además, es casi seguro que en este nuevo camino ayudaremos a mejorar la vida de muchas personas a nuestro alrededor.

¡Esperamos que esta historia tan bonita los haya inspirado tanto como nos inspiró a nosotros!

¿Será que sí tengo talento para algo?

Por Juan Nájera Coto

Las personas creemos que no tenemos talentos. Es una de las cosas más tristes del comportamiento humano. O tal vez, reconocemos que sí los tenemos, pero no debemos hablar nunca de ellos: es algo de mal gusto. No obstante, el entorno nos enseña desde muy temprano a reconocer las fallas de los demás y las propias, y a criticarlas sin piedad.

Es más, cuando una persona habla abiertamente acerca de sus capacidades y sus virtudes, inmediatamente se la califica como engreída, en lugar de reconocer objetivamente y admirar sus capacidades. Es un poco absurdo, ¿no les parece? Dependemos más de la opinión de los demás que de la propia. Si todos los periodistas dicen que un jugador es brillante, estamos de acuerdo; pero si el mismo jugador lo dice, empieza a ganarse enemigos…

Definiendo la palabra «talento»

Talento, según el Gran Diccionario de la Lengua Española Larousse, es la capacidad o aptitud para realizar una actividad concreta. Proviene de la palabra griega tálanton, que es el plato de una balanza que se usa para colocar un objeto y calcular su peso. Una práctica común, aún hoy en día, es calcular el valor de algunas cosas según su peso, y el término empezó a usarse para describir los valores que tienen las personas para hacer ciertas tareas.

En el programa de (Re)Definición de Carrera que ofrecemos en Bizancio Consultores, entendemos por talentos las capacidades innatas que tiene la persona, que se pueden desarrollar en una destreza superior.

Los talentos se empiezan a demostrar desde que somos muy niños: hay personas que tienen un talento especial para atender a los demás, otros son buenísimos para construir cosas, otras personas parece que nacieron sabiendo dibujar, o son increíbles en ciertos deportes, o para el manejo de cualquier aparato electrónico.

Ahora, saber cuáles son tus talentos no es suficiente. Estamos claros que el primer paso es reconocerlos, para después considerar qué se puede hacer con ellos, es decir: desarrollarlos en destrezas superiores. 

En mi experiencia como músico, he visto a muchas personas que tienen un gran talento para tocar un instrumento, pero no lo entrenan, no lo educan ni adquieren información, o practican lo necesario para llegar a ese nivel superior, y entonces decimos con toda la razón que esta persona está desperdiciando su talento.

En síntesis, para que el talento sea verdaderamente útil hay que reconocerlo, y después estar dispuestos a trabajar para que se convierta en una posibilidad de subsistencia. Tenemos que desarrollar las capacidades hasta ser competentes, y el secreto de la competencia es: observar, aprender y practicar. Así es como nos volvemos realmente capaces de hacer “magia”, cada uno desde nuestra área de potencial.

Despertando nuestros talentos

Conforme vamos creciendo, el entorno va invalidando esos talentos de cierta manera. La escuela hace una buena parte del trabajo, con sus sistemas cuadrados que intentan producir estudiantes con cualidades en común, y rara vez destacan lo que les hace diferentes.

Lo demás lo hacen los seres queridos, muchas veces involuntariamente. Lo peor de todo es cuando nosotros mismos empezamos a estar de acuerdo con esas invalidaciones, y abandonamos nuestras capacidades naturales para ser “normales”. Si esto resuena en vos, ¡llegó el momento de volver a abrazar con cariño todo eso que te hace excepcional!

Invariablemente, las personas con las que he hecho el programa destacan que no pensaban que tenían tantos talentos, y estos les sube muchísimo su sensación de realización; se dan cuenta de que pueden ser capaces de muchas cosas, y su panorama se amplía. De pronto ya no se sienten condenadas a hacer lo mismo de siempre, y ese es el primer paso para que sus sueños se hagan realidad. 

Vos no sos la excepción, aunque creas lo contrario en este momento. ¡Date la oportunidad de admirar tus talentos como los admiras en tus héroes de carne y hueso!

Algunas preguntas para encontrar nuevamente esas capacidades que están dormidas son: ¿Cuáles son las cosas que haces muy bien en la escuela, en el trabajo, o en tu casa? ¿Cuando eras niño, que cosas podías hacer muy bien? Si tenés pasatiempos: ¿qué haces muy bien de esos pasatiempos? 

Tomá el tiempo para disfrutar tus talentos, porque son cosas que nadie te puede quitar. Son tuyos. Ninguno es insignificante, todos se pueden convertir en una actividad que alguien a tu alrededor necesita. No hay capacidad que no se pueda aprovechar, aunque muchas personas te hayan dicho que es una pérdida de tiempo, o te hagan hecho sentir inútil. ¡Simplemente no estés de acuerdo!

Puede ser que lo tuyo sea entretener a las personas, o escribir historias, actuar en un escenario, construir un rascacielos, o salvar la vida de una persona con un bisturí. De cualquier manera estarás haciendo mejor la vida de alguien más, y eso es lo que verdaderamente cuenta.

Las capacidades que se pueden desarrollar son únicas, así como tu personalidad y los propósitos que, consciente o inconscientemente, estás intentando lograr en la vida. Estas tres cosas son las bases que debes conocer y desarrollar para ser brillante y exitoso en cualquier cosa que decidas hacer, ya sea por diversión o por trabajo, o mejor aún, si logras unir esas dos cosas.

De Jugador de Rugby a Diseñador de Moda en Pocas Horas

Por Bernard Percy*

… lo que vistes transmite inmediatamente quién eres.»

Alguna vez, Winston Churchill comentó: «Estados Unidos siempre hará lo correcto después de haber acabado con todas las posibilidades.» Hay tantas personas que son maravillas caminantes, que van por ahí preguntándose «en realidad, qué quiero hacer yo con mi vida.»

Como muchas otras personas, Daniel estaba teniendo mucho éxito en su carrera: era un jugador profesional de rugby. Había firmado recientemente un contrato para jugar para un equipo en Francia (él es originalmente de Australia), pero sabía que NO estaba viviendo la vida que había imaginado.

Conocía sus talentos y su personalidad, pero aún no tenía un propósito poderoso que lo impulsara a seguir jugando rugby. Durante la consultoría Foundations of Brilliance (Bases para Brillar, que en Bizancio Consultores hemos llamado «Programa de (Re) Definición de Carrera«), él siguió el camino de concentrarse en todo lo bueno y correcto acerca de sus talentos y su personalidad; esto abrió la puerta para que Daniel pudiera declarar claramente y definir su propósito, un propósito que dirigirá sus actividades y acciones futuras. Se dio cuenta del camino profesional en el que verdaderamente sería brillante – y ahora es un reconocido diseñador de modas.

Comenta Daniel acerca del poder del vestir: «… lo que vistes transmite inmediatamente quién eres.» Puedes visitar www.danielpatrick.us/  para tener más realidad acerca de las increíbles prendas que Daniel está creando.

Solo tomó unas pocas horas, no días ni semanas ni meses, para encontrar su dirección impulsora en la vida. Una dirección a la que realmente quiere dirigirse para conseguir brillar. Encontró sus propias «Bases para Brillar».

* Bernard Percy es el creador del programa «The Foundations of Brilliance». Por más de 50 años ha sido educador, escritor, consultor y conferencista internacional. Ha trabajado con miles de individuos en más de 35 países, ayudándoles a encontrar y seguir sus propósitos y sueños educacionales y/o profesionales.

Aclarando tu propósito

Una de las palabras que más escuchamos con relación al tema de motivación personal y hacer algo en la vida es “propósito”. Los influencers que encontramos en redes sociales, algunos con una gran cantidad de logros en su haber, y otros que solo aparentan (lamentablemente hay muchísimos de esos, con miles de seguidores), mencionan el término una y otra vez.

De pronto hasta nos sentimos abrumados cuando pensamos si nosotros realmente vivimos siguiendo un propósito, o solo estamos viviendo la vida y esperando que pase lo mejor. Antes de seguir adelante con el tema, vale la pena conocer la definición de la palabra, y su origen.

Según el diccionario, “propósito” es el ánimo de hacer o dejar de hacer algo, o un objetivo que se intenta alcanzar. La palabra proviene del latín proposĭtum, compuesta por el prefijo “pro” (hacia delante) y positum, del verbo “ponere”. Propósito, entonces, es algo que está delante nuestro, en el futuro, y que queremos alcanzar.

Algunos ejemplos son: cuando tenemos el propósito de bajar de peso, adquirir un bien importante, como una casa o un vehículo, o viajar a algún destino de nuestro interés. Una de esas cosas importante que queremos hacer en el futuro es, desde luego, en lo que deseamos trabajar día a día.

No es solo el qué, es también el por qué

No obstante, en toda la discusión sobre encontrar el propósito casi siempre se deja por fuera un componente vital, que es responder una pregunta adicional. Al lado de ¿qué es lo que queremos hacer?, debemos considerar ¿por qué queremos hacerlo? Responder porqué queremos alcanzar nuestras metas es fundamental. Es lo que nos mantendrá motivados e impulsados a alcanzar nuestro propósito, incluso cuando las cosas se pongan difíciles… y una cosa que podemos asegurar es que entre más alto y noble sea tu propósito, más dificultades habrá.

¿Querés viajar por el mundo? ¿Por qué? ¿Querés dedicarte a las artes, o a la medicina, o a construir naves espaciales? ¿Con qué motivo? Muchas personas podrían responder inmediatamente: para ser feliz, o para ganar mucho dinero. Aunque estas razones están bien, y son muy válidas, si querés tener un propósito inquebrantable, el porqué debería incluir cómo vas a ayudar a otras personas si llevás a cabo tus metas y sueños.

Básicamente, podés decidir hacer cualquier cosa, pero lo que te va a impulsar a seguir adelante es tener claro cómo estás ayudando a los demás en el camino, con lo que decidás hacer como trabajo día a día. Y si querés llevarlo más lejos, pensá en qué es lo que podrías hacer que solo vos podrías hacer, como si fuera tu deber.

Ahora sí, ¿querés hacer tu propia declaración de propósito, que sea poderosa y que se convierta en una guía según la cual orientés todas tus acciones y decisiones? Pensá en ese gran objetivo que querés alcanzar en tu vida, que se alinee con tus grandes habilidades y los rasgos más positivos de tu personalidad, y cómo te gustaría usarlo para ayudar a muchas personas a tu alrededor, como si fuera tu auténtico deber hacerlo.

Y después, y esto es muy importante: buscá un papel y escribilo con tus propias palabras, de tu puño y letra. ¡La fuerza que va a tomar tu propósito al hacerlo va a ser algo mágico! Por cierto, puede ser que al hacerlo te sintás de maravilla, pero no tengás claro cómo usar este propósito para convertirlo en tu trabajo o tu proyecto de vida.

¡No te preocupés, en un próximo artículo te vamos a contar cómo! Hay que llevar las cosas poco a poco, y en el nivel de dificultad adecuado, siguiendo los pasos adecuados. Por el momento, animate a encontrar y declarar tu propósito, y contanos cómo te fue. ¡Nos va a emocionar mucho conocer cómo vas a ayudar a las personas a tu alrededor!

Tres ideas para vender más.

Vender nuestros productos no es tan fácil como algunos lo pintan. Basta con hacer algo y querer venderlo, para darnos cuenta que aquella historia de «hágalo con calidad y amor y se venderá» no es tan cierta, y que al final se requiere mucha energía, mucha persistencia y mucha paciencia. Vender en realidad es un arte que hay que practicar y perfeccionar. En un artículo anterior hablamos un poco del arte de vender, y si quieren leerlo lo pueden ver aquí: 3 Consejos para Emprendedores.

Una amiga nuestra nos preguntó cómo podía hacer para vender sus productos. Como esta es una pregunta que con seguridad nos hemos hecho una y otra vez, y es un tema sobre el que siempre queremos saber más, compartimos nuestros tres consejos:

1. ¿Qué soluciona su producto?

Ya sea en sus perfiles en redes sociales, o si hace una venta directa, no nos cuente qué vende; cuéntenos qué problema soluciona con lo que vende. ¿Cuáles son los beneficios de usar lo que usted nos ofrece? Ahora bien, invierta un poco de tiempo en formular bien sus ideas, y en tomar buenas fotos de su producto. Imagine todas las preguntas que podrían hacerle sus clientes potenciales, y tenga listas sus respuestas. Eso sí: sea siempre sincero, no mienta con tal de hacer una venta.

Como sugerencia adicional: cuando tome fotos de sus productos, preste atención siempre a lo que hay en el fondo de la foto. De pronto su producto se ve muy bien, pero en el fondo hay una pared manchada, basura, una persona que distrae la atención, etc. Esos detalles son importantes.

Si hace uso de las redes sociales, sáqueles provecho para mostrar cómo hace su producto, qué lo hace diferente, cuéntenos su historia. Los testimonios de clientes satisfechos son también valiosísimos. Pida permiso a esas personas para compartir su experiencia en sus redes sociales.

2. Véndale a las personas que podrían comprarle

Este es un paso vital. No todas las personas necesitan todos los productos, no todos serán sus clientes. Por ejemplo, las personas que no tienen hijos no andarán buscando una escuela primaria para inscribirlos.

Un paso que puede hacer ya mismo es tomar su teléfono y repasar su lista de contactos, e imaginar cuáles de esos contactos podrían estar interesados en el servicio o producto que usted ofrece. Si ya tiene una lista de clientes que le han comprado antes, aún mejor. Como dicen en los grandes negocios: «The money is on the list».

Es a esas personas a las que usted tiene que llamar, o enviarles un mensaje de Whatsapp, e intentar venderles, eso sí, contándoles qué problema va a solucionarles. Empiece por su círculo más cercano. En la medida que estas personas queden satisfechas, con seguridad recomendarán sus productos y servicios a más personas, y su crecimiento será constante. Después de todo, la mejor publicidad sigue siendo «de boca en boca».

3. Tenga la intención de darse a conocer

Hacer publicidad no tiene que significar una alta inversión de dinero. Hay medios muy económicos, que podemos aprovechar, que son gratuitos o al menos muy baratos. Uno de ellos, desde luego, son las redes sociales, y la estrategia básica para comunicar en ellas ya la comentamos en el consejo #1. También existen otras opciones más tradicionales.

A pesar de las restricciones actuales, hay algunos sitios que siguen abiertos al público, como los supermercados y centros comerciales. Estos sitios es común que tengan una pizarra en la cual las personas pueden dejar sus anuncios. Si tiene la oportunidad, prepare un poster con unas buenas fotos y la información adecuada, si fuera necesario pida permiso, y cuélguelo en esas pizarras. Las fotos son fundamentales para llamar la atención: vivimos en un mundo de estímulos visuales.

Sea cual sea el medio que usted escoja para darse a conocer, lo primordial es justamente darse a conocer. En este momento, lo más importante es que haga mucha promoción y la gente se entere de que usted existe, y de lo que usted ofrece. Según estudios, una persona en promedio necesita ver seis a ocho veces el anuncio del mismo producto antes de que decida probarlo. Si no le compran a la primera, ¡no se desanime! Solo significa que hay que insistir un poco más.

Donde hay orden…

Si usted es emprendedor, posiblemente le ha sucedido esto: enciende su computadora y lo primero que tiene que atender es una cuenta por pagar, pero dos minutos después le llama un cliente que necesita una información urgente, y, si tiene empleados, tres minutos después está hablando con uno de ellos que le ha llamado para decir que hoy no irá a trabajar porque tiene gripe, y quiere saber qué pasará con su salario del día… y desde luego, la cuenta que vio al inicio sigue sin pagar… y no han pasado ni diez minutos.

La vida del emprendedor, y del pequeño y mediano empresario es así. No obstante, seguimos siendo lo suficientemente valientes para seguir adelante. Ahora, con este ritmo no es sorpresa que al final de cada día estemos agotados, buscando la forma de manejar mejor nuestros proyectos. ¿Existirá esa fórmula? La buena noticia es que sí existe, pero no es «mágica». Igual requiere trabajo, pero conocerla y aplicarla nos permite dosificar mejor nuestras energías, sin que la enorme cantidad de asuntos por atender termine abrumándonos, y se puede usar en un emprendimiento personal, en la empresa familiar sostenida por 5 personas, o en una gran empresa con cientos de empleados.

Toda actividad, sobre todo si es comercial, se puede dividir en siete grandes áreas para manejar mejor su operación, y vigilar la gestión sin descuidar ningún aspecto. Esta división nace de las funciones de cada área, el orden adecuado para realizarlas, y los puestos que haya en ella, y cada una tiene un producto final claro y definido que contribuye al producto o servicio final que la empresa le brinda a sus clientes. Toda la gestión y todos los puestos tienen una estadística para medir su producción. Vamos a hablar brevemente de cada área, o división, y sus funciones:

Antes de explicar cada una de las divisiones, en el sistema que implementamos en Bizancio Consultores, y con los clientes que trabajamos, la operación es manejada por un Director Ejecutivo, un Ejecutivo Administrativo y de Ventas y un Ejecutivo de Operaciones. También puede haber un Ejecutivo de Nuevos Negocios, que es la persona encargada de hacer enlaces con nuevos clientes. Estos dos últimos puestos son en realidad ejecutivos de alto rango. Estos tres puestos se encargan de supervisar todo lo relacionado con el personal de la empresa (entendiendo que cada miembro de la empresa maneja comunicaciones de diversa índole), y las relaciones de la empresa con su entorno, desde el Gobierno del país hasta el entorno comunitario en el que está la empresa; también de que la empresa esté produciendo, con los estándares adecuados, y que esos productos estén siendo entregados al público.

Ahora sí, veamos cada una de las divisiones:

División Ejecutiva

La división ejecutiva es la que se encarga de analizar toda la gestión y los resultados de la empresa, y decidir el rumbo que tomará. También maneja todos los asuntos relacionados con la situación legal de la empresa, el pago de impuestos y cargas sociales, etc. Un punto importantísimo es que cada una de las decisiones que toma esta división está basada en las estadísticas de cada una de las demás divisiones. Ninguna decisión es emocional. El manejo por estadísticas es toda una tecnología especializada, que tocaremos en otro artículo.

División de Establecimiento

Como se explicó anteriormente, en este esquema de organización se considera que cada persona es en realidad un generador, y a la vez, un receptor de comunicaciones, de información, y la marcha de la empresa depende de lo que cada persona haga con esta información. Esta división contrata cada persona necesaria, y se asegura de que esté correctamente entrenada para que realice sus tareas, y también maneja las comunicaciones (en forma de correos, llamadas, etc.) para que lleguen a la persona verdaderamente adecuada. En otras palabras: establece la operación y la mantiene viva.

División de Ventas y Marketing

Esta división se encarga de crear y producir todo el material de mercadeo, de manera que la empresa sea conocida en un área deseada. Esto incluye la creación y/o mantenimiento de la página web y de los perfiles en redes sociales, así como todas las acciones de publicidad. También supervisa e impulsa todo el equipo de ventas y su producción.

División de Tesorería

Aquí no hay mucho que explicar: esta división se encarga de llevar un control detallado del dinero que ingresa, el dinero que egresa, y de gestionar todas las cuentas de la empresa. Asimismo, realiza las compras necesarias a tiempo para que la producción, o el servicio, puedan brindarse.

División de Producción

Esta división tampoco necesita mucha explicación. Es la encargada de hacer el producto, según las instrucciones establecidas, incluyendo desde luego el estándar de calidad.

División de Certificación de Calidad

Se encarga de velar por que los productos y servicios mantengan los niveles de calidad deseados, y recomienda cualquier corrección. Esto incluye el «re-entrenamiento» de los miembros del personal que ya recibieron su entrenamiento y por alguna razón no mantienen el estándar requerido.

División de Nuevos Negocios

Aquí están las personas que presentan el producto o servicio a nuevos clientes potenciales, y logran que las personas lo adquieran. Esto lo pueden realizar a través de diversos medios, como participación en exposiciones y ferias especializadas, presentaciones de negocios y network meetings. Dan seguimiento a los clientes, averiguan su experiencia, y manejan cualquier inquietud o molestia. También dan a conocer la experiencia favorable de otros clientes para atraer personas interesadas, son especialistas en relaciones públicas. Esta división trabaja muy de cerca con la de Ventas y Mercadeo.

Estas son, de manera muy general, las divisiones de cualquier organización. Desde luego, lo ideal sería tener un equipo de personas comprometidas que puedan tomar cada una de las divisiones, capaces de trabajar de forma coordinada. Ahora, esto no siempre es real, y volvemos al ejemplo del emprendedor (o la emprendedora) al principio: a veces su empresa es un «one-man-show». Aun así, comprender que la gestión se puede dividir en siete partes le dará más claridad de las tareas por atender, y le recomendamos que imagine que en su oficina tiene siete gorras de diferente color: dependiendo de la tarea a realizar, use esa gorra, y nunca intente usar más de una gorra a la vez.

Comprendemos que este sistema organizativo es muy novedoso, y muy diferente a otros mecanismos que ya se implementan de manera general. No obstante, habla por sus resultados: las empresas que utilizan este organigrama exitosamente alcanzan una expansión y estabilidad increíbles. Es un organigrama que no está basado únicamente en jerarquías, sino en tareas por realizar para mantenerse viable y en expansión. De pronto, lo único que tiene que hacer usted es darle una oportunidad.

Y si no sabe por dónde empezar, al menos ya sabe que puede contar con Bizancio. Puede comunicarse con nosotros a través de nuestro formulario de contacto, y hoy mismo comenzamos a trabajar en su organigrama.

Tres razones para no usar el botón «Promocionar»

Mucho se habla en la actualidad del poder de las redes sociales, sobre todo de Facebook, para mostrar los productos y servicios que tenemos para ofrecer. Nosotros, desde luego, estamos completamente de acuerdo con esta afirmación. Esta plataforma es tal vez la mejor herramienta de marketing que existe hoy en día, y sus desarrolladores están optimizándola constantemente. Dentro de Facebook, hay un recursos que es común que los dueños de negocios y emprendedores usen para que su mensaje alcance más personas, a un costo increíblemente bajo, y es el botón «Promocionar» («Boost Post», en inglés), que aparece en la parte inferior derecha de las publicaciones.

Si bien es cierto, usar este recurso es mejor que no usar nada, si queremos sacar más provecho de nuestros esfuerzos de publicidad y mercadeo, lo mejor es aprender a usar la plataforma comercial de Facebook, el «Business Manager« (no necesita hacer una cuenta nueva, puede ingresar con su usuario y contraseña habitual), y aquí le vamos a dar tres buenas razones para que comience ya mismo.

La plataforma comercial le permite dirigirse a su cliente ideal

Si hay alguien que conoce su producto y su cliente ideal es usted. Mientras se imaginaba todos los detalles de su oferta, sea esta un bien o un servicio, posiblemente usted consideró también ampliamente quién sería el consumidor final. O tal vez, después de tantos años de existir en el mercado, usted sabe ese perfil profundamente.

Con el administrador comercial de Facebook, usted puede escoger una audiencia que coincida con las características de su cliente ideal, e incluso seleccionarlos por zona geográfica, edad, intereses adicionales, y en algunos países hasta por su filiación política, con una precisión que es difícil de creer. Para hacer una comparación: cuando usted usa el botón «Promocionar», es como si tomara una manguera y mojara a un grupo de personas de una manera muy general. Al usar el administrador comercial, usted puede ir «afinando su puntería» y alcanzar únicamente a las personas más propensas a responder a su mensaje. Conforme Facebook vaya conociendo las personas que reaccionan a sus publicaciones de cierta manera (puede ser que comenten, que vean sus videos, etc.), también le dará la oportunidad de conformar «audiencias similares» (Lookalike Audiences), y así puede comenzar el ciclo de presentarse a personas nuevas que tienen altas posibilidades de convertirse en sus clientes.

Asimismo, cuando usted usa el botón «Promocionar», los llamados a la acción (CTA’s, por sus siglas en inglés; la motivación a que las personas hagan algo más a partir de su publicación, como darle «Like» o enviar un mensaje), son bastante limitados. Por el contrario, con el administrador comercial Facebook nos ayuda a presentar el mensaje a las personas que con mayor seguridad responderán al CTA que nosotros queremos o necesitamos.

Estas son solo algunas de las cosas que se pueden lograr. Lo más importante de todo, es que FB va guardando los datos de esas personas que sí reaccionaron. Una persona que reaccionó, aunque sea con un «Like», está más cerca de convertirse en nuestro cliente que una persona que solo siguió mirando su muro. Lo que pasa es que el camino, habitualmente es largo, y como en una relación amistosa, tenemos primero que ganar su confianza antes de que decidan darnos su dinero. Ese camino es lo que veremos a continuación.

La plataforma comercial le permite volver a «hablarle» a las personas que ya reaccionaron

Al usar el botón «Promocionar», el proceso de ponerse en contacto con clientes potenciales inicia desde «0» cada vez. No hay certeza de estar llegando a las personas que ya le vieron anteriormente.

Aunque esto no parece tan malo, lo cierto es que no estamos usando nuestras energías (y recursos) tan efectivamente. Lo común es que una persona tenga que ver su mensaje unas 6 ó 7 veces, antes de que decida confiar en usted, considerando que su mensaje sea realmente valioso (el tema del valor, y cómo mostrarlo a su público lo hablaremos en otro artículo). Si inicia el proceso desde «0» cada vez, ¿cómo va a lograr esto?

Como mencionamos anteriormente, el administrador comercial de Facebook va recopilando datos de su audiencia, sobre todo de las personas que ya reaccionaron a alguna de sus publicaciones, y se puede aprovechar para volver a ponerse al frente de ellos, con un mensaje renovado sobre su producto (de manera que no se cansen de ver siempre lo mismo), e incluso recuperarlos hasta un año después de que le hicieron una compra, para presentarle nuevos productos. Todo este proceso, en el mundo del marketing digital, se conoce como «retargeting». Es, literalmente, volver a apuntar al mismo blanco que ya alcanzamos.

Las ventas se explican con un sistema similar a un embudo. Hace un tiempo preparamos un video explicativo que puede ver aquí. Básicamente, al inicio del contacto con nuestro público, este se considera «frío», no hay ningún vínculo con nosotros y nuestra marca, nada más nos estamos dando a conocer. En un segundo contacto, les contamos más acerca de nosotros, cómo podemos ayudarles, y algunas personas empezarán a estar interesadas. Posteriormente se presentan más beneficios, y estas personas que ya nos han visto varias veces ahora confían en nosotros, y están listos para darnos una oportunidad. La posibilidad de que vuelvan depende de nosotros, en tanto hayamos cumplido (ojalá superado) sus expectativas. A lo largo del proceso, el embudo se va estrechando, hasta que al final sale un porcentaje muy pequeño de las personas que hicieron el contacto inicial. El administrador comercial de Facebook puede ser el aliado ideal para dar seguimiento a todo ese embudo, algo que es imposible con solo usar el botón «Promocionar».

La plataforma comercial se integra con su página web, o con su landing page

Este paso es un poco más avanzado, pero es una herramienta poderosa. Su página web puede ser una fuente muy valiosa de información. Mediante el administrador comercial de Facebook se puede generar un código, llamado pixel, que se inserta en el código de su página web y le permite conocer las acciones que las personas realizan dentro de su página web, y hacer promociones especializadas para esos diferentes grupos. Para las empresas que realizan ventas en línea, esto es fundamental.

Puede hacer una comunicación dirigida a las personas que dejaron su carrito de compras abandonado, otra a los clientes frecuentes, otra a los que permanecieron más de tres minutos en su página, a los que hicieron una reservación… y así puede seguir la lista. Las posibilidades son casi infinitas. Toda la información puede servir para crear nuevas estrategias de mercadeo más efectivas, o incluso para reestructurar la página sabiendo el viaje que siguen la mayoría de clientes dentro de ella.

Una vez más, la información que recopila el pixel se utiliza para hacer retargeting a un nivel muy especializado, para llegar a clientes potenciales que por su comportamiento están más cerca de la conversión.

En fin, este ha sido un repaso relámpago de tres de las muchas ventajas que le ofrece el uso de la plataforma comercial de Facebook. Al inicio, su uso es un poco más complicado que usar la versión regular de Facebook, pero definitivamente vale la pena pasar por la curva de aprendizaje. Existen mucho tutoriales para aprender su uso, algunos incluso gratuitos. Particularmente, recomendamos a Manuel Suárez, un experto en marketing digital basado en Florida, cuyas estrategias ayudan a vender millones de dólares cada año. Puede conocer más sobre Manuel dando click aquí.

Y si siente que no es algo para usted, siempre puede buscar un poco de ayuda con una persona que ya tenga experiencia en su uso. Lo que sí no debe hacer, es dejar pasar la oportunidad. Todo apunta a que, en el futuro, el comercio en línea no hará más que crecer y crecer. El comercio que conocíamos hasta hace poco posiblemente no volverá.

Ojalá que esté artículo le haya ayudado a tomar la decisión de aprovechar la herramienta, y por supuesto, si tiene alguna consulta, puede enviarnos un mensaje sin ningún compromiso a través de nuestro formulario de contacto.

¡Muchos éxitos!

Tiempo de branding

En estas épocas, todos nosotros estamos pasando por una situación desconocida, y si hay algo que está prevaleciendo es una sensación de incertidumbre. No sabemos qué va a pasar mañana, y mucho menos lo que va a suceder en una semana, o en un mes.

Muchos negocios, grandes y pequeños, están enfrentando serias dificultades. Han debido suspender sus operaciones; están paralizados, esperando que todo esto pase pronto, y cruzando los dedos para poder volver a levantar y satisfacer sus necesidades, responsabilidades y demandas. Pero, ¿hay algo que se pueda hacer en este preciso momento?

Sí se puede hacer algo, y es justo de lo que queremos hablar.

Estar presentes

El branding, o gestión de marca, es una práctica que debemos reforzar ahora mismo. Branding, del inglés “marca”, es la creación de un concepto alrededor de nuestra marca, basado en las experiencias e ideas que las personas que nos conocen relacionan con nuestra empresa, sea esta grande o pequeña. Más que la imagen que intentamos proyectar a través de un logo, o de un eslogan, es el valor que se percibe de nosotros y nos mantiene vigentes.

Dark Blue and Orange Library Listing Business Card

Tenemos una gran oportunidad de seguir acompañando a nuestros clientes (los existentes y los potenciales), aunque no podamos entregar nuestro producto en este preciso momento. Cada uno de nosotros es experto en algún campo. Puede ser que nuestro negocio se dedique a las artes, a la cocina, a la jardinería… no importa el campo, podemos aportar muchísimo conocimiento especializado para contribuir a que la calidad de vida de las personas sea más elevada.

En esta época, que muchísimas personas están en casa consumiendo información (a veces encontrando información que no hace más que bajarles las energías), podemos aprovechar los enormes recursos que tenemos para estar con ellas, y acompañarlas en estos días difíciles. Con un teléfono celular (que todos tenemos), y con el enorme poder de las redes sociales, podemos convertirnos en la marca que no los abandonó, y les ofreció alguna solución.

La dinámica de las redes sociales definitivamente le ha dado otra cara al mundo, y nuestra vigencia en estas plataformas depende de qué tan valiosos seamos. ¿Qué contenido de calidad (videos cortos, tutoriales, consejos, diversión, artículos, etc.) estamos compartiendo con ellos? ¿Les estamos ayudando a solucionar algo? Las aplicaciones como Facebook, Instagram, Pinterest, etc. están ahí para sacarles provecho, para estar en comunicación constante con ellos, y brindar soluciones. ¿Sos un chef famoso? ¿Qué te parece compartir recetas fáciles que cualquiera pueda preparar, ahora que estamos en casa? Si sos profesional en terapia física, sacá tu teléfono y mostranos las rutinas de entrenamiento y estiramiento que podemos hacer para mantenernos saludables. La presencia constante en estos medios es vital para que no nos olviden. Y lo mejor de todo, son herramientas gratuitas. Incluso, estos días pueden ser de gran aprendizaje. Conseguir alcance orgánico efectivo es todo un reto, y podemos estudiar cuáles recursos son los que funcionan mejor (¿una imagen, videos cortos, consejos prácticos?). Para cada campo especializado, los resultados pueden ser diferentes. Luego, cuando tengamos dinero para invertir en publicidad de nuevo, podemos explotar aquellas publicaciones que tuvieron los mejores resultados. Imagínense: si funcionaron cuando no teníamos dinero, ¿qué impacto tendrán cuando podamos moverlas y presentarlas a más personas?

La carrera en este momento es por mantenernos vigentes, de tal manera que cuando la gente busque lo que ofrecemos, nuestro nombre sea la primera opción en la que piensen. No se trata de vender ya mismo, se trata de preparar el camino para cuando estén listos para comprar.  Que sepan qué ofrecemos y cómo encontrarnos.

Si somos la marca que les dio una solución y acompañamiento en esta época tan retadora, si somos el “amigo” que estuvo ahí con ellos todo el tiempo, con seguridad seremos la marca que ellos seleccionarán, porque saben que pueden confiar en nosotros. Las personas asocian las marcas con experiencias y emociones; es nuestra responsabilidad y nuestra gran oportunidad darles lo mejor posible. Cuando nos escojan, sabremos que hicimos bien el trabajo.

3 Consejos para Emprendedores

Iniciar un negocio es una tarea dura. Los que lo hemos intentado, sabemos que hay días de gran ilusión, y otros de gran frustración.

Tal vez, lo más duro de todo el proceso es no tener grandes reservas de dinero, o incluso quedarse sin nada con qué operar, y mucho menos pensar en contratar personas o empresas que nos ayuden con tareas básicas, como la contabilidad, la publicidad, comunicación con los proveedores… y no queda tiempo para planear y pensar en nuevos productos. Emprender se trata, al inicio (y no tan al inicio), de un trabajo para «todólogos».

Vamos a dar por sentado que Usted tiene buenos productos, que ofrecen un verdadero beneficio a quien los adquiere. La naturaleza del producto o servicio es secundario. Usted tiene un producto que se distingue y que le brinda un valor adicional a quien decide obtenerlo. Esto es vital para pensar en una supervivencia prolongada. Caso contrario, si su producto es deficiente y/o si Usted no es honesto y transparente acerca de su oferta, puede tener éxito por un tiempo, pero la caída será estrepitosa. La ética nunca puede estar en juego.

¿Qué hacer para acercarse un poco más al éxito? ¿Qué es verdaderamente importante y qué puede esperar?

Antes de seguir adelante, vale la pena resaltar una de las principales características quelearn-1820039_960_720 debe tener un verdadero emprendedor: debe estar dispuesto a aprender a cada paso. Debe estar dispuesto a investigar, cambiar cosas de un día para otro, equivocarse, gastar dinero sin certeza del retorno… Si Usted cree que ya lo sabe todo, mejor no emprenda.

Ahora sí, ¿en qué invertir nuestro dinero y nuestro tiempo, y si no hubiera dinero, al menos el tiempo? Aquí les dejamos nuestros consejos.

Vender, Vender, Vender

Ningún negocio puede sobrevivir, ni siquiera medianamente, sin liquidez. No importa si tiene la mejor página web, un perfil en redes sociales con miles de seguidores, o el local

más increíble, con un diseño de lo más moderno. Sin plata, no hay vida. Ni siquiera un producto innovador, con las mejores características, sirve de mucho si nadie se interesa en tenerlo.

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El proceso de ventas tiene una estructura y unos pasos muy definidos, pero ante todo se trata de informar tan bien acerca del producto, con tanta certeza, y con un verdadero interés por presentar los beneficios de su producto a sus compradores potenciales. En la actualidad, la venta dura casi nunca funciona.

Básicamente, el proceso es el siguiente:

  1. Se encuentra una persona que podría comprar nuestro producto, o al menos algo similar. Es una persona que podría estar interesada en el producto.
  2. Se establece una comunicación con ella (puede ser personalmente, por teléfono, por redes sociales, por correo electrónico, etc.)
  3. Se establece un acuerdo con respecto a algo, lo que sea, no necesariamente acerca del producto que se va a ofrecer. Aquí, vale mencionar dos puntos vitales: 1) el vendedor siempre debe estar interesado, y 2) se debe buscar algo en lo cual tanto vendedor como potencial comprador puedan estar de acuerdo, una realidad que puedan compartir. Un buen vendedor nunca discrepa con el cliente potencial, y mucho menos con un cliente establecido. NUNCA. Y esto no necesariamente quiere decir que el cliente siempre tiene razón (como erróneamente se afirma), simplemente significa que hay que encontrar algo en lo que se pueda estar de acuerdo.
  4. Se averigua qué es lo que el cliente potencial necesita o desea. Preguntamos, indagamos, para saber “dónde le aprieta el zapato”, qué es lo que produce insatisfacción o molestia.
  5. Se presenta nuestro producto de manera que solucione EL PROBLEMA del cliente. Debe quedar muy claro el beneficio de tener ese producto.
  6. Se maneja cualquier objeción que el potencial cliente pueda tener. Aquí vale la pena añadir una observación: el cliente puede decir que su principal objeción es el precio. Eso nunca es cierto. El precio no previene que la persona adquiera el producto. Cualquier objeción proviene del hecho que el cliente no puede reconocer el beneficio que recibiría, y eso no es culpa del cliente, es responsabilidad nuestra. Si esto sucede, hay que devolverse al punto 5.
  7. Se cierra la venta. Aquí es donde conseguimos que el cliente nos dé su dinero, firme el contrato, se comprometa seriamente a adquirir nuestra oferta.
  8. El último aspecto es la entrega. En este punto, es fundamental superar las expectativas del cliente, se le debe entregar más de lo que esperaba. Esto no es un descuento, o dar más producto del que espera (aunque esto puede ayudar). ¿El cliente esperaba que le entregaran el producto en una hora? ¡Entréguelo en 20 minutos! ¿El producto no requiere servicio técnico para usarlo o para instalarlo? Igual envíe un mensaje o haga una llamada para preguntar si todo está en orden. ¿La comida está increíble? ¿La sirvió de buena gana, con una sonrisa? ¿Su apariencia va acorde con la comida? Todos estos detalles son los que van a superar las expectativas del cliente.

Esto es apenas una descripción muy básica del proceso de ventas, pero curiosamente: seguir cada uno de esos pasos no cuesta ni un centavo, o al menos no cuesta más de lo que ya está gastando.

Si tiene la oportunidad de invertir en capacitaciones sobre el proceso de ventas, no lo piense mucho. ¡Hágalo! Pero asegúrese de buscar una empresa con instructores verdaderamente competentes, que estén más interesados en que Usted éxito que en su dinero.

Comprenda Cómo Presentar su Producto

Ahora, el interés no depende del público. Depende de cómo nosotros presentamos el producto. Y para esto hay todo un conocimiento que puede hacer las cosas más sencillas, o al menos nos permitirá actuar con más certeza; no andar a tientas esperando que todo funcione. Insistimos, no garantiza el éxito absoluto, pero con seguridad nos pone más en control de todo.

El conocimiento del que hablamos es el mercadeo.

El mercadeo, o marketing en inglés, es algo que no se puede obviar en ninguna actividad que desea ser exitosa. Se trata de poner a trabajar nuestra creatividad en dirección hacia crear deseo por nuestro producto, de manera que no haya que venderlo directamente, sino que las personas deseen comprarlo. Cualquier esfuerzo de marketing debe ir dirigido a mostrar a la gente cómo mi producto satisface su necesidad, o soluciona su problema.

Hay cuatro aspectos básicos que se deben tomar en cuenta, y se conocen como las 4 P’s del Marketing: Producto, Promoción, Plaza y Precio, que se pueden convertir en preguntas que debemos contestar de la manera más amplia y específica posible.

  1. ¿Cuál es mi producto?
  2. ¿Cómo voy a promocionarlo?
  3. ¿Dónde voy a ofrecerlo, cómo estará disponible?
  4. ¿Cuál será el precio?

Por supuesto, responder adecuadamente estas preguntas requiere un amplio análisis de muchos aspectos, pero al hacer un primer acercamiento se eliminan muchas incertezas, y conforme adquiramos más y más experiencia las opciones se van haciendo más claras.

Una pregunta adicional que el cliente potencial debe responder, y cuya respuesta es responsabilidad del marketing, es: ¿cuál será mi beneficio al obtener esta oferta? En la medida que las personas se den cuenta que el beneficio será superior a cualquier cantidad de dinero o esfuerzo, estarán dispuestos a «comprarnos».

El mercadeo básicamente se trata de concebir y elaborar un producto, y hacer las acciones necesarias para que llegue al público y se obtenga la recompensa esperada, que para casi todos los negocios llega en forma de dinero. Al respecto, la promoción tiene un lugar vital, porque es la que hace el artículo o servicio, junto con sus beneficios,  ampliamente conocido. La promoción ofrece algo y se obtiene una respuesta. Consiste en qué ofrecer y cómo ofrecerlo para que surja la respuesta esperada.

¿Cómo hacer llegar el mensaje a la gente? Hay muchas formas, pero una de las más apropiadas para el  mundo moderno la abordamos en el siguiente apartado.

Aprenda Todo lo que Pueda Acerca de las Redes Sociales

Social listeningAntes de seguir adelante, veamos por un momento el significado de la palabra Promoción: Campaña para dar a conocer o incitar a la compra de un producto  (Gran Diccionario de la Lengua Española © 2016 Larousse Editorial, S.L.). Una promoción es una serie de acciones planificadas para dar a conocer un producto, junto con sus características, o los beneficios que aporta, de manera que sea deseado. Lo cierto del asunto es que la promoción NUNCA debe parar. Si esto no fuera así, las grandes marcas, que ya tienen un espacio de privilegio en nuestra mente, hubieran dejado de hacerlo hace muchos años. 

Ahora bien, hace no mucho tiempo, la única forma de hacer una promoción era a través de medios de comunicación como los periódicos, revistas, televisión y radio, con costos elevadísimos y poco control sobre las personas que recibían nuestro mensaje. La promoción es estos medios es como abrir una manguera y dirigirla hacia el jardín esperando que el agua llegue hasta las flores, en lugar de llevar nosotros el agua hasta las flores que específicamente deseamos regar.

Las redes sociales, en particular Facebook, son en la actualidad el mejor vehículo para dar a conocer ampliamente nuestro producto o servicio, y establecer un primer contacto con los interesados. Es la mejor entrada al embudo, el primer paso del proceso de ventas. Relacionado con el tema del embudo, pronto nos referiremos a este tema en un nuevo artículo, en términos muy sencillos de comprender (uno de los grandes problemas con la información que encontramos sobre este tema en internet, en español, es que no es fácil de seguir).

Una cosa que es fundamental comprender es que cuando empezamos a usar una red social y pagamos publicidad, suponiendo que tenemos al menos una comprensión básica del alcance de esa red social, el dinero que gastemos no será para conseguir ventas (y si estas llegan, ¡maravilloso!); con los primeros cientos de dólares que gastemos en realidad estamos comprando datos valiosos, hechos a la medida para nuestro negocio. Esos datos son el estudio de mercadeo que anteriormente había que contratarle a alguna agencia y que costaban miles de dólares. Esos datos son los que nos dirán hacia donde debemos dirigir nuestros esfuerzos (usando la comparación del jardín: ¿cuáles son las flores que tienen más potencial para crecer?).

Aprender a usar las redes sociales a nuestro favor, en particular Facebook e Instagram, a través del Business Manager de Facebook, no es del todo fácil, pero es una necesidad. Hay que estar dispuesto a aprender por prueba y error (sobre todo en este campo, que cambia constantemente y a una enorme velocidad), y de pronto encontrar a alguien que ya tenga experiencia en esto, y que ojalá haya tenido éxito. Lo bueno del asunto es que las personas que han logrado resultados favorables, casi siempre están dispuestas a compartir su aprendizaje, y coinciden en que el camino no es fácil; los resultados no llegan rápido al inicio, hay que tener paciencia, pero cuando llegan, la recompensa puede ser enorme.

Los tres puntos que tocamos son vitales, y queremos resaltar que los abordamos de una forma muy breve, apenas les dimos un vistazo. Todos requieren un estudio más profundo, y si hay dinero disponible, aunque sea poco, que se acuda a un verdadero experto en la materia que haya tenido resultados en su área. Internet está lleno de «expertos» que nos dicen cómo hacer las cosas, pero que no han tenido éxitos. Si no hay dinero, eso tampoco debería ser un obstáculo. La información está disponible. Solo hay que buscar un poco y aprender a reconocer los datos verdaderos de las simples opiniones, y tomar conciencia de que si algo no está saliendo como queremos, los únicos responsables somos nosotros mismos. Para mejorar, solo debemos volver sobre nuestros pasos y buscar los que hicimos mal, o adquirir el conocimiento para que las cosas vayan mejor.